Hay una serie de juegos de mesa infantiles que triunfan generación tras generación y que se convierten en auténticos clásicos. Uno de ellos es el mítico tragabolas, que salió por primera vez a la venta en Estados Unidos en 1966. Desde entonces, se extendió y popularizó entre niños de todo el planeta. Para los nostálgicos que quieren revivirlo de una manera original y diferente, pueden hacerlo con nuestro hinchable tragabolas de Dieserso.
Disfrutar con el hinchable tragabolas
¿Cuántas veces habréis pensado de niños en lo divertido que sería recrear un tragabolas a tamaño real? Seguramente muchas. Pues quizá por esa añoranza infantil, o simplemente por llevar la diversión del juego de mesa a otra dimensión, en Dieserso diseñamos nuestro hinchable tragabolas.
La colchoneta de juego tiene unas dimensiones de 9×2 metros y una capacidad de hasta seis personas. Con un diseño fiel al juego original, tiene la particularidad de sustituir los clásicos hipopótamos por jugadores de carne y hueso y que el terreno de juego es hinchable.
Cada jugador tiene una posición que conserva durante toda la partida y está sujeto con una cuerda elástica y una especie de arnés. La competición consiste en lanzarse hacia el centro del hinchable, donde se encuentran las bolas de colores. Allí, tomar una bola y volver a la posición inicial para encestarla en una especie de canasta que cada jugador tiene en su puesto. Ganará el jugador que enceste más bolas en su canasta.
Pese a la aparente simpleza del juego, es una competición frenética y divertida, a la que se le pueden aplicar diferentes versiones o complicaciones. Por ejemplo, que cada jugador pueda tomar únicamente las bolas de su color. ¡La imaginación es el límite!
Por todo ello, el hinchable tragabolas es una garantía de diversión para todas las edades, ideal para fiestas, eventos, bodas, comuniones, promociones, etc.
¿A ti también te gustaría transformar tu idea de hinchable en realidad? En Dieserso somos expertos fabricantes de hinchables a medida. Contacta con nosotros y juntos nos pondremos manos a la obra.
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